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LOS ESPÍRITUS SE COMUNICAN EN LA IGLESIA CATÓLICA 

Ha sido develado un secreto guardado desde hace aproximadamente 104 años
por la Iglesia Católica:
 Los Espíritus se comunican en la Iglesia.
Esta afirmación proviene del investigador Bahiano, Clovis Nunes.
Fotografió y filmó el Museo de las Almas del Purgatorio de Roma,
donde están registrados los hechos relativos a la comunicación de los Espíritus.

  

          Todo comenzó con el misterioso incendio de un altar en 1897.

Mientras era extinguido el fuego, los fieles percibieron entre las

llamas un rostro creado por los residuos del humo sobre el mármol.

 La curiosidad – señalo Clovis – es que no había ningún tipo de combustible en el lugar. El Padre Victorio Juet, al igual que otras personas arribaron a la conclusión que la materialización de esos rostros, que hasta hoy permanecen intactos, se ha debido a un fenómeno paranormal poco común.

           Con el tiempo, la colección fue acrecentada con pruebas provenientes de otras iglesias, que revelaron que las comunicaciones espirituales eran evidentes y correspondían a diversas épocas.

           Durante una entrevista exclusiva Clovis se refirió a su valentía, al dejar de lado su propia seguridad y revelar ese secreto.

Habló de prelados que admiten la comunicación con los Espíritus, que escribieron libros y pronunciaron conferencias sobre el tema.

 

           Completó sus manifestaciones con una declaración del Papa Juan Pablo II, el Día de Todos los Santos en la Plaza de San Pedro, ante más de 20.000 personas:

 “El diálogo con los muertos no debe romperse porque, en realidad, la vida no está limitada por los horizontes del mundo”

  

  El museo oculta los oficios.

          

           El Museo de las Almas del Purgatorio fue creado en la Iglesia a principios del siglo pasado, por el Padre Victorio Juet,

perteneciente a la Orden del Sagrado Corazón de Jesús, fundada en 1854 con la finalidad de dar misa y plegarias a favor de las almas que sufren.

           El incendio se produjo el 15 de noviembre de 1897, cuando el altar había sido decorado en celebración de una fiesta para conseguir la construcción de un santuario que actualmente es una Iglesia. Victorio Juet, al igual que los fieles, dedujo que debía tratarse de almas del purgatorio que pedían plegarias para aliviar sus sufrimientos, puesto que la Iglesia había sido construida con esa finalidad.

Esa era la verdadera demostración de la necesidad de esa construcción. A partir de ese momento el Padre, impresionado, hizo participe al Papa y a las autoridades eclesiásticas de los acontecimientos, antes de emprender numerosos viajes por los países europeos en busca de testimonios y pruebas, con el objeto de recoger otras comunicaciones de esa naturaleza.

           Al cabo de un tiempo, con lo reunido fundó el primer Museo Cristiano del Más Allá de la Tumbaautorizado por el Papa,

para legitimar los elementos que probaban las comunicaciones espirituales y que habían sido aportados por prelados y religiosos.

 “Actualmente el Museo posee escasos elementos, pero constituyen el  registro de esas apariciones que durante años se produjeron en diferentes Iglesias de muchos lugares del mundo”,   señaló Clovis.

Según él, el Museo es la evidencia de que la Iglesia admite la comunicación entre vivos y muertos.

 “Ese lugar es un testimonio de la inmortalidad del alma, de la comunicación con los Espíritus, aún cuando la mayoría de los clérigos no conocen el Museo. De hecho, fue instituido por una Orden y solamente los sacerdotes vinculados a esa Orden, el Sagrado Corazón de Jesús, conocen su existencia. Pero

el Papa Pio X autorizó su creación y si además el fenómeno se produjo en ese lugar, es porque desde esa época la Iglesia admite la comunicación con los muertos.”

          

  El contenido de los mensajes.

   

           Según Clovis Nunes, una parte de las comunicaciones provendrían de los sacerdotes, al referirse al mal uso, por ejemplo, de la ofrendas hechas en la misa y que, después, con la conciencia inquieta, revelaron dónde habían guardado el dinero.

Otras provenían de religiosas que venían a decirle a sus hermanas que la vida continúa después de la muerte.

Habla también de Espíritus que sufrían, que pedían misa para aliviar los dolores y las perturbaciones de sus almas.

 

           La Iglesia lo denominó El Museo de la Almas del Purgatorio luego de la muerte de Victorio Juet. El nombre original era, Museo Cristiano del Más Allá de la Tumba.

Con la creencia en el Cielo, en el Infierno y el Purgatorio, lugar de sufrimiento temporario, era lo que mejor se adaptaba a las plegarias que las almas solicitaban.

           En 1917 el Padre abrió el Museo al público: fue cuando la Iglesia fue abierta al culto.

El Museo despertó la curiosidad, suscitó opiniones precipitadas y equívocas, lo que condujo a la Iglesia a impedir las visitas.

Los laicos interpretaban las comunicaciones como hechos demoníacos, lo que perturbó la fe de los fieles y contribuyó a deformar el pensamiento cristiano de la Iglesia.

           El Padre Gino Concetti, director del diario “El observatorio Romano”, medio oficial del Vaticano, revelo recientemente que conocía la comunicación entre los vivos y los muertos.

Son solo algunos casos recientes, pero desde el comienzo de la transcomunicación (comunicación con los Espíritus por medios electrónicos),  la Iglesia tiende a tomar una posición favorable con relación a las comunicaciones con el Más Allá.

El Papa Pio XII fue informado de esos contactos y actualmente hay un gran número de sacerdotes implicados.

 

           El suizo Leo Schmid publicó el libro “Cuando los Muertos Hablan”, que contiene 12.000 comunicaciones vocales de Espíritus,

que quedaron registradas con la ayuda de grabadores. El Padre Kart Pfleger fue liberado de sus compromisos con la Iglesia a causa de realizar investigaciones por medio de las cuales confirmó la existencia real de tales comunicaciones.

En Francia, el Padre Francois Brune escribió el libro “Los Muertos nos Hablan”, traducido a once  idiomas y,

además, vendido en librerías católicas.

En sociedad con un investigador de la Universidad de la Sorbona escribió el libro “Línea Directa con el Más Allá”.

En Bélgica, Jean Martan escribió el libro “Miles de Signos”, que reúne la evidencia de las comunicaciones

y dio conferencias en la que demostraba esas posibilidades.

Estos son solo algunos ejemplos.

  

  El Espiritismo existe.

 

  Publicado en “La Revue Espirite”, N° 53.

Por Fatima Farias

Editado por ML y  Ramil Massar